24 de diciembre de 2011

¡FELIZ NAVIDAD!

Un año más, la Navidad nos envuelve.
Otro año va llegando a su fin y nos ponemos, yo al menos, a realizar recuento de todas las cosas que nos han ocurrido durante este tiempo.

Hay cosas buenas a fin de cuentas, son con las que me quedo porque, si bien también ha habido cosas malas, estamos aquí contándolo, lo que supone y significa que las hemos superado, mejor o peor, que nos hemos repuesto y que hemos salido de ellas reforzados.

Como digo, mi año 2011 ha sido de todo, menos aburrido y doy gracias por seguir aquí, para en el 2012 seguir compartiendo con vosotros pequeños fragmentos de vida y sentimientos que me gusta expresar y contar aquí, en mi rincón especial, en el rincón de mi alma o, como dice su título, el rincón donde hablo a corazón abierto.

    Sólo tengo buenos deseos para todos para el próximo año. Siempre solemos desearnos Salud, Amor y ahora, me permito añadir un deseo más, que implica los dos anteriores: Trabajo. Ojalá que el próximo año, todo mejore, aunque sea al menos un poquito; Y si bien no creo en los milagros, si creo en la voluntad de la gente, por eso, espero que se tomen las decisiones adecuadas para que los simples y llanos trabajadores, podamos levantar la cabeza y seguir con nuestra vida de siempre. Trabajo, tan importante ¿verdad?.

    Os deseo que, al menos en las fiestas, podáis dejar aunque sólo sea por un ratito, los malestares a un lado y celebrar que otro año termina y estamos con los nuestros para celebrarlo; que somos un año más sabios, que somos un año más expertos, y que este año hemos aprendido a querer más y mejor.

Menchu: A tí ¿qué decirte?, simplemente una cosa: Gracias por existir.
Leo: Sé que este año, ha sido muy estresante, pero lo has llevado como una campeona y aún has tenido tiempo de acordarte de nosotras. No cambies nunca, eres estupenda.
Afri: Aunque últimamente, coincidimos poquito, sé que siempre estás ahí. Yo siempre estaré aquí para tí. Un abrazo y a seguir luchando con la misma fuerza.
Canela: ¡Ayyyyy mi Manita! Espero que sigamos compartiendo, un año más, nuestras penas y alegrías. Un abrazote.
Velvetina: Que el año que viene sigas regalándonos sabiduría, experiencia y, sobre todo, tu compañía. Gracias
Angela: Que el año nuevo te traiga muchos momentos tan intensamente felices, como el que ahora termina, de amistad, amor e ilusión.
Geli: El año nueve sólo  ha de traerte buenas cosas, estoy convencida. Las mereces y, simplemente por eso, han de llegarte.
Sue: A tí te dejo para el final porque, sé que el próximo año te va a traer cosas buenas, buenísimas, una en especial. Pero por ello, no sólo voy a desearte un feliz año, sino que deseo que cada día, de cada mes de el año nuevo, sientas la misma felicidad que te embargará en un día tan importante, que supondrá que tu vida, nunca volverá a ser la misma; va a estar más llena, más completa y con muchísimo más amor. Te deseo una nueva vida plena, dichosa e INMENSAMENTE FELIZ.

Con todo mi cariño, como siempre..


Andylonso.

23 de noviembre de 2011

El camino más fácil.

 Hace un tiempo, escribí una entrada cuyo título era "Seca". Así me he sentido estos últimos meses en los que no he visitado mi rinconcito.

He sentido que las palabras estaban muertas en mi interior y dudaba de mi capacidad para expresar lo que verdaderamente sentía (cosa que jamás me había sucedido).

Me he aislado de muchas cosas, quizá porque a veces, la vida, tiene momentos en los que el pensamiento pareciera retraerse, para dejar solamente paso a la acción cotidiana: hay que hacer esto, a continuación esto otro, que no se olvide aquello.... y un sinfín de cosas y situaciones que se me han venido repitiendo, diariamente, en estos últimos tiempos. Podría decirse que me he dejado llevar por las circunstancias, en lugar de controlarlas yo a ellas.

 Hace dos semanas, tomé una determinación firme y tajante: "Hasta aquí llego y de aquí no paso". Me costó llegar a este punto pero, finalmente, acordé con mi "yo interior", que nunca más un hecho será una sentencia; que nunca más una mala palabra, un mal gesto me robaría un minuto de mi pensamiento ni me causarían desazón.

Una persona sabia, me dijo recientemente: "Olvídate de todo aquello que pueda causarte daño; déjalo correr como si de una lluvia ligera se tratara; da importancia a las cosas que verdaderamente la tienen y no te disgustes por cosas que no merecen malgastar ni uno sólo minuto de tu vida".

He madurado mucho ese consejo en mi cabeza y he empezado a establecer prioridades. Hay cosas en la vida que, inevitablemente nos causan dolor; pero creo haber aprendido a desestimar aquellas que no son los suficientemente importantes para dejarme invadir por él.

Sé que mi meta es difícil de alcanzar, pero no imposible. De hecho, en los últimos días, mi actitud a ese respecto a comenzado a cambiar y podría decirse que, incluso, me siento mejor conmigo misma.

He decidido recuperar el control de mi mundo, en la medida que de mi dependa y no volver a ser una persona fácilmente vulnerable. No se trata de creerme superior, si no de saber encontrar un camino más fácil de seguir en la vida que, de por sí, ya es lo suficientemente dura.

15 de agosto de 2011

Se puede pedir más?

He comentado, en numerosas ocasiones, que el tiempo pareciera escaparse de mis manos.
Dicen que, a medida que cumplimos años, el tiempo corre más y más veloz. No sé si, realmente, existe esa relación entre ambas premisas; lo cierto es que , hace nada era invierno y estamos terminando el verano. Un verano que este año amenazaba con ser eterno. Un buen día, abrí los ojos y estábamos en agosto.

Dentro de un par de parpadeos, comenzará un nuevo curso, curso en el que mi bebé, aquel que hace tres años medía solamente 53 centímetros, se incorpora a la vida escolar de la mano de su hermano, que hace cuatro noches era otro bebé, que, en unos días, cumplirá 7 añitos ya.

No me siento envejecer, en eso tengo suerte. Sigo siendo la misma sin que pese la edad en el ánimo; que afecte a mi físico es otro tema ja ja ja. La gravedad sigue inexorablemente su curso. Es lo que tiene no disponer de un poquito de tiempo para dedicarse a uno mismo, pero, viendo todo lo que hay alrededor, no tengo motivos para quejarme.

Aunque corren tiempos difíciles, a veces muy difíciles, hay momentos en que llego a alcanzar un cierto nivel de felicidad. Voy día a día; intentando exprimir este tiempo al máximo y aunque los peques hacen que sienta ganas de tirarme de los pelos en ocasiones, en otros momentos me quedo observándolos, sobre todo cuando duermen, totalmente embobada y pienso: "yo les dí vida" y, al  acostarme cada noche me gusta pensar que, dentro de lo posible, están sanos y son felices.

Tengo una familia maravillosa: tengo unos padres que nunca me abandonan, que me levantan cuando caigo, que me amonestan (sobre todo mi madre) cuando me merezco un buen tirón de orejas y me espabilan para que no deje que la vida me trague. Tengo un hermano genial que, a sus 16 años, se preocupa más de crear música que de ir de baretas, como hacen la mayor parte de sus amigos, que me echa un cable con los niños, que siempre está ahí cuando lo necesito. Tengo un marido al que, a pesar de no poder disfrutar mucho  de él, sé que me quiere y que yo lo adoro y tengo dos hijos maravillosos, que son mi motor, la guinda de mi pastel. ¿Se puede pedir más?

22 de julio de 2011

Para tí, Andrés


Sonrisa sincera,
alma inocente.
Bella ingenuidad
a tus ojos asoma.

Manos tiernas,
de amor plenas,
tierno mi corazón,
si de besos las colma.

Dulce y plácido 
tu rostro entre sueños
espíritu libre,   
indomable inquietud.                                                                                                                                                                                      

Así eres, mi pequeño
por eso te adoro,
por ser Tú.

P. S.
                                                                                                                                                                    

13 de julio de 2011

Mi momento

Cuando el silencio me envuelve
con su tranquilo abrazo,
la tranquilidad y el sosiego
se apoderan de mi cuerpo.


Apreciados momentos
los de paz y clama,
que la armonía traen
a mi agotado cuerpo.


                                Esa paz codiciada,
                                tan deseada por momentos,
                                me lleva a un remanso
                                de gratitud infinita. 
                                                                                   
                                Atesoro esos momentos,
                                como a piedras preciosas y
                                cuando terminan,
                                sigo mi caminar convencida,
                                porque otro de esos tesoros,
                                me visitará de nuevo.


                                No sé cuándo, sí se dónde,
                                en la paz que me da mi hogar,
                                cuando las aguas
                                permanecen en su cauce.


                                            P.S.

20 de junio de 2011

El Tiempo Pasa

    Necesito un día de cuarenta y ocho horas, para tener tiempo de todo.

    Los días se me pasan tan rápido que, tengo la sensación de que la vida pasa por mi lado sin tan siquiera rozarme. Siento que no puedo disfrutarla como debiera.

    Siento que, el trabajo, me absorbe tanto que, en ocasiones, me fallan las fuerzas para poder estar al cien por cien con mis  hijos, que son lo más importante. Pero, dadas las circunstancias, sigo obligada a continuar así, al menos durante un tiempo.

    Me siento agradecida porque, gracias al cansancio,
puedo ir saliendo de los baches que el destino se empeña en ponerme un día sí y al otro también. Pero reconozco que, en algún momento, tengo que pararme a respirar.

    Algunos días, estoy tan cansada que sólo me apetece llorar y llorar, pero no lo hago.. me trago las lágrimas y lo dejo pasar. Otras veces los dolores son tan intensos que quisiera no tener que moverme de la cama.

    Pero no puede ser. No me puedo dejar vencer. Hay que luchar como una fiera y tirar para delante, sobre todo, porque ese es el ejemplo que le quiero dar a mis chiquitines, no rendirse ante las adversidades y luchar para salir a la superficie.

    La vida es muy dura y o bien nos hace más fuertes o acaba con nosotros y, la segunda opción, no es viable para mí.
    Siento tener un pelín olvidados a mis amigos, pero, en serio, estoy totalmente absorvida y, cuando tengo diez minutos se los dedico al sofá, y me quedo dormida nada más sentarme.

    Un abrazo para todos y prometo volver en cuanto mi ritmo se relaje.

10 de mayo de 2011

Sólo anhelo Paz




Cuando las palabras no sirven, pues son simples uniones de letras, vacías, sin sentido, sin alma; ¿dónde queda la cordura?

Cuando el entendimiento desaparece y, en su lugar, se siembra la desconfianza, ¿a dónde va el amor?

Siento lejano el antiguo amor que, hoy día, obsoleto queda.

La mente comienza a desprenderse de bonitos recuerdos, ansiando la paz tan deseada, tan ansiada, tan necesaria para mi agotado espíritu.

Difícil meta esa paz, pero no por ello imposible. Siento la desazón invadirme y al hastío apoderarse de mis intenciones.

¡Alma que vagas por los rincones, busca tu serenidad porque, de lo contario, la sinrazón hallará en ti tu morada

13 de abril de 2011

Seca

SECA.

Así me he sentido durante esta ausencia. Seca, vacía, sin ganas.

No hay un por qué, al menos, no sé explicar uno, simplemente, no sabía qué decir, ni cómo expresarme.

Cierto es que no dispongo de mucho tiempo libre y, en parte, doy gracias por ello; pero varias han sido las ocasiones en que he intentado escribir, narrar, contar y a la hora de plasmarlo me he preguntado : "Por dónde empiezo?". Pero, hoy, me he dicho que ya es suficiente. He leído los blogs que habitualmente sigo y que también tenía un poquito abandonados y me he llevado una gran alegría al descubrir el tan esperado regreso de una mujer a quien aprecio enormemente y a quien le he cogido un cariño inmenso. Bienvenida Sue, te he echado de menos.

    En fin, que he vuelto a un lugar del que no he debido irme. Un lugar que para mí significa mucho como,  por ejemplo, descubrir un mundo que ignoraba, en el que he encontrado grandes amigas, de las que están a las duras y a las maduras. Un lugar en el que abrir mi interior y echarlo todo fuera y compartirlo con todo el mundo, porque, en muchas ocasiones, sólo nos sentimos realmente libres cuando escupimos todo aquello que nos preocupa, nos hace daño, nos conmueve, nos emociona. Y, aunque suene contradictorio, he echado de menos este lugar, me hacía falta.

13 de marzo de 2011

Leyenda del Verdadero Amigo


         Dice una linda leyenda árabe que, dos amigos viajaban por el desierto y, en un determinado punto del viaje discutieron y uno le dió una bofetada al otro. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY MI MEJOR ME HA PEGADO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

        Siguieron adelante y llegaron a un oasis, donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse, tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY MI MEJOR AMIGO ME HA SALVADO LA VIDA.

         Intrigado, el amigo le lpreguntó: -"¿Por qué, después que te lastimé escribiste en la arena y, ahora, escribes en una piedra?.

         Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde viento ninguno en todo el mundo, podrá borrarlo.

         

1 de febrero de 2011

Soy Mujer


A veces, engullidas por la vida, los hijos, las responsabilidades, el trabajo o los problemas, las mujeres nos olvidamos de que también somos eso: MUJERES.
Hace poco, un grupo de amigas, decidimos lo importante que era tener nuestro propio espacio, nuestro momento especial para sentirnos, aunque fuera solamente por unas horas, libres. Así pues, organizamos una cena para nosotras y ¿cuál fue el resultado?: INCREÍBLE.
Fueron horas de risas, cotilleos, temas serios, temas superfluos, baile y, sobre todo, diversión. Por unas horas nos olvidamos de pañales, colegios, trabajo, problemas económicos... Nos concentramos en nosotras, en descubrir que aún somos divertidas, que no hemos perdido nuestro encanto de mujer, nuestra salsa, que, aún llevando tiempo aletargada, de vez en cuando le gusta que recordemos que sigue ahí. Incluso podría deciros que, algunas, estábamos nerviosas como si fuésemos quinceañeras, porque era algo nuevo, que no habíamos hecho (al menos yo) en muchos años. Así que tomamos entonces una decisión: cada dos meses es "obligatorio" hacernos un homenaje: una cenita de pinchoteo (la economía no da para grandes estipendios) unas copitas y mucho bailoteo.
Os parecerá una tontería, pero, hasta que no lo he hecho, ni yo misma era consciente de que estaba sumida en un aletargamiento de mi yo interior. No me había dado cuenta de, hasta qué punto, me tenía olvidada para preocuparme, únicamente, de satisfacer las necesidades ajenas, olvidándome de las mías propias.
Después de ese primer reencuentro conmigo misma, me he propuesto no volver a dejarme escapar. Sigo con mis obligaciones de siempre, que asumo incluso con mejor humor, pero sé que al menos, de vez en cuando, puedo recordar que SOY UNA MUJER.
Soy mujer, así nací.
Soy mujer y así me quiero.
Con mis defectos y virtudes,
con mis alegrías y miedos.
Soy mujer para ;
para mí lo soy también.
Soy mujer que mira al frente
y, en mi vasto caminar,
decaigo cientos de veces
y me vuelvo a levantar.
Ahora que me recuerdo
tras un plácido despertar,
juro mirando al viento,
que no me dejaré marchar;
pues siendo como soy
y sintiéndome así,
soy feliz yo
y te hago feliz a .
Quiéreme como soy;
siénteme como aparezco;
observa mi renacer
y acompáñame en mi vuelo.
P.S.

18 de enero de 2011

Lucha por la Vida



Siento el temblor de tus manos,
en la fría incertidumbre.
La enfermedad amenaza de nuevo,
con apagar tu camino.
Agárrate fuerte a la vida
y lucha aún cuando fallen las fuerzas,
pues nuestras manos amigas,
sujetarán firmes las riendas.
Coge mi mano y agárrate fuerte
y también otras que, cercanas, ahuyentas,
con duras palabras hirientes,
pues todas ellas son tuyas,
pues todas ellas te quieren.
Todas van a un mismo son
y es el son de la vida.
Y contigo lucharemos,
como firmes aliadas.
No desesperes amiga,
has ganado, ya, batallas.
No decaigas en este momento,
en que tanto te necesitan.
Pequeños ojos atentos,
vigilan a tu alrededor,
atentos a cada gesto
y a cada guiño de dolor.
No cierres bajo llave el alma
y déjala respirar.
Enséñale el sol que aún brilla
y calienta tu despertar.
Despierta a la vida plena
con tesón y lucha feroz,
pues aquel que lucha a tu lado,
está desbordando amor.
Agarra ese amor a tu mano
y camina junto a él.
Aférrate fuerte a su abrazo
y lucha por la vida sin cuartel.
P.S.

2 de enero de 2011

La Magia de un Libro



Me encanta coger un libro en las manos. Observo sus pastas, me fijo en la imagen de la sobrecubierta y, por fin, lo abro y me dejo llevar, desde el minuto cero, por una historia de suspense, de amor, policíaca, de terror o de realismo.

Comienzo la lectura, me voy empapando de cada palabra, entretejiendo la historia, dejándome absorver por ella y, durante un rato, me olvido del mundo real; vivo el libro, me identifico con aspectos de los personajes incluso, a veces, me identifico con un personaje en concreto; siento su alegría, su desolación, sus ganas de luchar y, mientras el libro se adueña de mí, no existe nada más.

Por eso me gusta leer en momentos de calma total, cuando los niños duermen o están fuera, para que nada altere mi entrada en un mundo, en el que todo es posible.

Uno de los libros que ha marcado mi infancia fue "Mujercitas", de Louisse May Alcott. Me consoló muchas noches de mi infancia, enseñándome el calor que había en la familia protagonista y que me prometí que algún día plasmaría en la mía propia. Y uno de los momentos más felices, en lo que a lectura se refiere, lo viví cuando publicaron la edición de lujo, en la que recopilaban las dos partes de la historia.

He de reconocer, que tengo predilección por las novelas de misterio y suspense, no lo voy a negar. De hecho, el libro que ahora tengo en mis manos, es de Patricia Cornwell: "Scarpetta". Me encanta Anne Perry, Mary Higgins Clark, Sthephen King y de otros géneros, Danielle Steel, Terenci Moix, Antonio Gala, en fin, podría estar hablando eternamente de mis escritores favoritos.

Uno de los momentos más difíciles que he atravesado recientemente, tuvo lugar hace unos meses cuando, por necesidad, me tuve que deshacer de "mis hijos adoptivos": casi 300 libros que había ido atesorando desde mi más tierna infancia. Tuve que venderlos para que, la vida real, pudiera seguir su curso. Pero, el mismo día en que los entregué, me prometí a mí misma que, algún día, los recuperaría.

Para mí un libro es algo más que un montón de páginas numeradas; el libro cobra vida a medida que lo voy leyendo, me envuelve, me traslada a maravillosos parajes o al más odiado de los infiernos y cuando, al terminarlo, me siento un poquito triste, se debe a que me ha gustado tanto que me da pena que se termine. Diréis que soy un pelín infantil, pero así es.

Lo cierto es que un libro es como la vida misma: tiene un principio y un fin.