13 de abril de 2011

Seca

SECA.

Así me he sentido durante esta ausencia. Seca, vacía, sin ganas.

No hay un por qué, al menos, no sé explicar uno, simplemente, no sabía qué decir, ni cómo expresarme.

Cierto es que no dispongo de mucho tiempo libre y, en parte, doy gracias por ello; pero varias han sido las ocasiones en que he intentado escribir, narrar, contar y a la hora de plasmarlo me he preguntado : "Por dónde empiezo?". Pero, hoy, me he dicho que ya es suficiente. He leído los blogs que habitualmente sigo y que también tenía un poquito abandonados y me he llevado una gran alegría al descubrir el tan esperado regreso de una mujer a quien aprecio enormemente y a quien le he cogido un cariño inmenso. Bienvenida Sue, te he echado de menos.

    En fin, que he vuelto a un lugar del que no he debido irme. Un lugar que para mí significa mucho como,  por ejemplo, descubrir un mundo que ignoraba, en el que he encontrado grandes amigas, de las que están a las duras y a las maduras. Un lugar en el que abrir mi interior y echarlo todo fuera y compartirlo con todo el mundo, porque, en muchas ocasiones, sólo nos sentimos realmente libres cuando escupimos todo aquello que nos preocupa, nos hace daño, nos conmueve, nos emociona. Y, aunque suene contradictorio, he echado de menos este lugar, me hacía falta.