20 de junio de 2011

El Tiempo Pasa

    Necesito un día de cuarenta y ocho horas, para tener tiempo de todo.

    Los días se me pasan tan rápido que, tengo la sensación de que la vida pasa por mi lado sin tan siquiera rozarme. Siento que no puedo disfrutarla como debiera.

    Siento que, el trabajo, me absorbe tanto que, en ocasiones, me fallan las fuerzas para poder estar al cien por cien con mis  hijos, que son lo más importante. Pero, dadas las circunstancias, sigo obligada a continuar así, al menos durante un tiempo.

    Me siento agradecida porque, gracias al cansancio,
puedo ir saliendo de los baches que el destino se empeña en ponerme un día sí y al otro también. Pero reconozco que, en algún momento, tengo que pararme a respirar.

    Algunos días, estoy tan cansada que sólo me apetece llorar y llorar, pero no lo hago.. me trago las lágrimas y lo dejo pasar. Otras veces los dolores son tan intensos que quisiera no tener que moverme de la cama.

    Pero no puede ser. No me puedo dejar vencer. Hay que luchar como una fiera y tirar para delante, sobre todo, porque ese es el ejemplo que le quiero dar a mis chiquitines, no rendirse ante las adversidades y luchar para salir a la superficie.

    La vida es muy dura y o bien nos hace más fuertes o acaba con nosotros y, la segunda opción, no es viable para mí.
    Siento tener un pelín olvidados a mis amigos, pero, en serio, estoy totalmente absorvida y, cuando tengo diez minutos se los dedico al sofá, y me quedo dormida nada más sentarme.

    Un abrazo para todos y prometo volver en cuanto mi ritmo se relaje.